No: tres de cada cuatro andaluces NO son alérgicos

Algunas entradas atrás mencionábamos, en este mismo blog, que diversos estudios han encontrado relación entre el estrés mantenido y la intensidad de los síntomas con que se manifiesta la enfermedad alérgica (en caso, claro está, de padecerla) de quien lo experimenta.

Hoy hemos tenido una evidencia más (no es, por supuesto, la primera, pero es cercana y concluyente) de que esa relación no es unidireccional, sino que actúa también en sentido inverso:  las enfermedades alérgicas condicionan (lógicamente, en sentido negativo) el estado de ánimo del 86,3 % de los afectados y merman la calidad de vida (perjudicando sus actividades de ocio o/y su vida social) del 70 %. Podríamos, entonces, afirmar que el estrés puede dificultar la evolución de las enfermedades alérgicas y que, a su vez, las enfermedades alérgicas pueden constituir un factor estresante en un alto porcentaje de casos: un círculo vicioso en toda regla.

A esta última conclusión ha llegado una encuesta realizada (en el contexto de una campaña de promoción de lanzamiento de nuevos productos) por una compañía farmacéutica (Omega Pharma) a 1.500 pacientes alérgicos, comprendidos en una franja de edad de 18 a 45 años. En esas elevadas proporciones, los encuestados referían que su alergia interfería con sus actividades habituales en múltiples ámbitos y añadían dificultades o penosidad en otras diversas circunstancias. Nada, por supuesto, que pueda sorprender a quienes conviven con alguno de estos procesos, que con frecuencia obligan a privaciones varias (de lugares, entornos, alimentos, …) y con no menos frecuencia dificultan el disfrute de algunos de los placeres de la vida. No obstante, se trata de una información que no por esperada resulta menos alarmante.

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Pero una cosa es admitir eso, y algo distinto es extrapolar a la población general los resultados de una encuesta realizada a personas alérgicas: hemos visto, hoy, algunos titulares de prensa que destacaban que «tres de cada cuatro andaluces son víctimas de alergia en primavera», que a un «71,7 por ciento los síntomas les imposibilitan a la hora de hacer deporte, más del 70 por ciento no disfruta de los alimentos y cinco de cada diez andaluces declara que se aislaría en casa en la época de mayores síntomas»:

http://www.diariogranada.com/__n2862776__Tres_de_cada_cuatro_andaluces__victimas_de_la_alergia_en_primavera.html

http://andaluciainformacion.es/andalucia/400795/tres-de-cada-cuatro-andaluces-victimas-de-la-alergia-en-primavera/

A ver: discrepamos respetuosa, pero firmemente. Es decir, no.

Una cosa es referir esas cifras al total de personas alérgicas entrevistadas, lo cual resulta creible, y otra cosa es afirmar que tantísimos andaluces son víctimas de enfermedades alérgicas. Esto último es un error.

Bien es cierto que la prevalencia de las enfermedades alérgicas está creciendo de un modo muy importante, pero en la actualidad se estima que en torno a un 25 % – 30 % de la población está afectada (es la enfermedad crónica más frecuente en la infancia y adolescencia, aunque remite bastante a partir de los 50 años). De ahí, a decir que dos tercios de los andaluces padecen problemas de alergia… va un trecho.

Menos mal.