La Food and Drug Administration (generalmente referida por sus siglas FDA) es la agencia estadounidense que regula los medicamentos de uso humano (e incluso veterinario), los productos sanitarios, cosméticos, aditivos alimentarios e incluso gran parte de los alimentos (salvo la mayoría de productos de carne y aves de corral, que son reglamentados por el Departamento de Agricultura de los EE.UU.). Entre sus funciones está proporcionar a la población la información necesaria, exacta, con base científica, que le permita utilizar medicamentos y alimentos para mejorar su salud.
Recientemente, la FDA ha alertado de la posibilidad de reacciones alérgicas a los lupinos, una legumbre que pertenece a la misma familia que los cacahuetes. Es posible que nuestro lector no esté familiarizado con ese nombre, pues, a pesar de estar reconocido por la Real Academia Española, no es de uso muy frecuente (nos referimos al nombre, no a la legumbre) en nuestro medio. También se les conoce como lupinos blancos, chochos, chochitos, chorchos o entremozos. Incluso hay quien los llama almortas (erróneamente, pues ese es el nombre de otra especie, si bien cercana: Lathyrus sativus).
Nos referimos a los altramuces (Lupinus albus L.); puedes verlos en esta fotografía de Wikipedia, que presenta un grupo de altramuces preparados para su consumo:
Hace años, era frecuente ver puestos callejeros que los vendían en cartuchitos, para comerlos mientras paseabas, en las ferias o mientras veías la película en los cines de verano. Los mantenían en hielo para que estuvieran fresquitos, y solían tener la superficie húmeda. A los niños nos llamaba la atención lo fácilmente que podía retirarse, en una sola pieza, la gruesa piel que los recubría, para comerla, si así se prefería, de forma separada.
Aunque hoy es menos frecuente verlos en la calle para su consumo en entornos de ocio, en Europa hay, en general, una mayor tradición de consumo de altramuces (y de productos derivados, como la harina) que en Estados Unidos, donde se está introduciendo de forma más reciente. Y donde, ahora, la FDA advierte del riesgo de reacciones alérgicas con este producto o sus derivados, algo que en europa no nos resulta tan novedoso. La FDA intenta inculcar a la población la idea (en contra de la creencia general en la población norteamericana, según dice) de que el consumo de este producto no es absolutamente seguro, pues alguna de esas reacciones alérgicas podrían ser graves (se han descrito casos de anafilaxia).
La harina de altramuces es apreciada, entre otras, para la elaboración de productos libres de gluten, pero parece que personas con antecedente de alergia a otras leguminosas, y a cacahuete (que es, al fin y al cabo, una leguminosa, aunque en España frecuentemente lo incluimos entre los frutos secos), podrían tener un mayor riesgo de alergia a este producto.
Si quieres leer el aviso elaborado por la FDA (en español, pues la página web de la FDA tiene versión en nuestro idioma), pulsa la imagen: