Se cuenta de Santo Tomás que sólo cuando pudo meter su dedo en las llagas de Cristo llegó a dar credibilidad a lo que para los demás discúpulos resultaba evidente: por ello se le pone siempre como ejemplo de incredulidad. Caravaggio lo plasmó en su obra titulada, precisamente, «La Incredulidad de Santo Tomás»:
En el ámbito científico, la forma correcta de proceder es, precisamente, comprobarlo todo: no dar nada por cierto hasta que se puede constatar efectivamente (en un laboratorio, en un estudio epidemiológico, en un ensayo clínico, …) la veracidad de la hipótesis.
Sabíamos que la contaminación atmosférica tiene una repercusión negativa en la salud de las personas, y que su repercusión negativa sobre las enfermedades respiratorias (como el asma bronquial) no sólo es a largo plazo, sino también, en muchos casos, inmediata. Un estudio llevado a cabo en Asturias relaciona los días en los que hay altos niveles de polución con un incremento de visitas al médico por asma u otra clase de enfermedades respiratorias, así como circulatorias.
El estudio se ha realizado poniendo en relación los registros de dióxido de nitrógeno (NO2), dióxido de azufre (SO2), ozono (O3) y partículas en suspensión (PM), considerados como los cuatro contaminantes más problemáticos para la salud según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en las estaciones de Avilés, Gijón y Oviedo- que también incluye las de Siero- y se han relacionado con las consultas en los ambulatorios de las tres ciudades, así como las urgencias e ingresos en los hospitales de las áreas sanitarias de dichos municipios.
El estudio no discrimina si se trataba de consultas por síntomas sin un diagnóstico previo o descompensaciones de patologías previamente conocidas, pero sí detectó que las consultas por asma se elevaban significativamente (en algunos casos, incluso llegaban a duplicarse) en los días en que la contaminación ambiental era más alta. El dióxido de nitrógeno ha resultado ser, segun este estudio, el contaminante que más se asociaba con las manifestaciones respiratorias, y también el que conlleva más ingresos hospitalarios en Asturias.
El dióxido de nitrógeno y las partículas en suspensión son generadas en su mayor parte por el tráfico rodado, y de ahí que se sugieran actuaciones encaminadas a reducir el uso de vehículos particulares.
No puede decirse que los resultados de este estudio sean una sorpresa, pues ya sabíamos que los niveles elevados de contaminación ambiental eran perjudiciales (para todos, y muy especialmente para los enfermos respiratorios), pero ahora tenemos una prueba más de que existe una relación directa (incluso en las elevaciones puntuales y transitorias).