Los Bancos de Alimentos son organizaciones sin ánimo de lucro basadas en el voluntariado, cuyo objetivo es recuperar excedentes alimenticios de la sociedad y redistribuirlos entre las personas necesitadas. No solamente se centran en evitar cualquier desperdicio o mal uso, sino que orientan su actividad a facilitar la llegada de alimentos a personas y familias en situación de pobreza o exclusión social, para lo cual realizan campañas que buscan despertar el espíritu solidario y propiciar donaciones que contribuyan a paliar las dificultades de los más necesitados.
En España, los Bancos de Alimentos se agruparon en 1996 en la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), una asociación también sin ánimo de lucro que en la actualidad reúne a 55 Bancos de Alimentos, contando al menos con uno en cada provincia del territorio nacional.
Bajo el lema “El hambre sigue ahí”, hoy viernes 27 de noviembre se inicia la III Gran Recogida de Alimentos, organizada por la Federación Española de Bancos de Alimentos junto a los 55 bancos que la integran, que se prolongará durante mañana 28 de noviembre en todo el país y también hasta el 29 en Madrid. Las dos campañas anteriores alzaron a la población española como la más solidaria de Europa, al superar con creces las cifras de las recogidas anuales de otros países de nuestro entorno, y el objetivo de la Gran Colecta de este año es incluso superar la cantidad de alimentos no perecederos (en torno a 21 millones de kilos) recogidos en la pasada edición.
Para ello, los Bancos de Alimentos cuentan con la colaboración de los medios de comunicación, que difunden la iniciativa e informan sobre la misma, y muy especialmente con la implicación de los voluntarios, en torno a 110.000, que se distribuirán en los cerca de 10.100 puntos de donación habilitados en hipermercados, supermercados y tiendas de alimentación en todo el territorio nacional, así como también en mesas de recogida de empresas, centros educativos y diferentes instituciones que se suman a la iniciativa.
Aunque se proporcionarán medios diversos para que puedan hacerse donaciones, incluso mediante la utilización de dispositivos tecnológicos (como el envío de mensajes SMS solidarios, cada uno de los cuales representará una aportación económica), gran parte de las donaciones obtenidas en estas campañas lo son en especie: alimentos preferentemente no perecederos que aportan quienes quieren colaborar, bien trayéndolos directamente de casa o comprándolos en los comercios donde se encontrarán los puntos de recogida (que se ubican en estos establecimientos precisamente para facilitar esta modalidad de colaboración).
Dado que una gran parte de las donaciones que se hacen en estas campañas están constituidas por alimentos que aporta directamente el donante y se proporcionarán a sus destinatarios finales, algunas organizaciones de celíacos proponen tener presentes a las personas que no pueden consumir gluten por padecer celiaquía. Ellos plantean que , si tu colaboración va a consistir en adquirir algún producto alimentario expresamente para depositarlo en la mesa de recogida del supermercado, ¿por qué no priorizar alimentos sin gluten? Si eliges algún alimento sin procesar, a igualdad de condiciones puedes elegir alguno que no tenga gluten (acuérdate: trigo, avena, centeno, cebada, y sus derivados, son los cereales que los celíacos deben evitar). Y si eliges algún alimento procesado, no es raro que tengas diversas alternativas, de marcas diferentes, algunas de las cuales incluirán gluten en su composición, y otras no. Probablemente los receptores últimos de estos alimentos no tengan facilidad para seleccionar las donaciones que aceptan, y la prevalencia estimada de celiaquía en nuestro entorno es del 1 % aproximadamente. ¿Por qué no tenerlos en cuenta a la hora de seleccionar los productos que se compran expresamente para ser donados?
¿Te parece una frivolidad pensar en estos detalles ante una campaña como ésta? No lo es; por el contrario, obviar este tema puede suponer para estas personas una dificultad añadida a la hora de participar de los alimentos donados, ya que, para ellos, la ausencia de gluten en sus alimentos es requisito imprescindible para su salud. No se trata de convertir este criterio en un factor limitante que desincentive o dificulte la posible donación, sino sólo ser conscientes de que, ante opciones por lo demás equivalentes, la elección que hagamos podría suponer excluir involuntariamente a algunos potenciales destinatarios de nuestra donación.
Si quieres conocer más detalles sobre la III Gran Recogida de Alimentos, pulsa sobre la imagen para ir a la página web de la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL):