Las encuestas, cuando están bien diseñadas, se elige adecuadamente a la población destinataria y se interpretan los resultados correctamente, son un método muy adecuado para conocer, desde un punto de vista cuantitativo, aspectos de la realidad social que de otro modo resultarían difíciles, cuando no imposibles, de medir.
La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) ha realizado una encuesta en la que han participado más de 2.400 profesores españoles, y, según la información contenida en la nota de prensa que ayer divulgó al respecto la propia sociedad, el resultado muestra que un 60 % de los profesores no saben lo que es la anafilaxia y un 11 % de ellos no saben poner un autoinyector de adrenalina.
Sin haber tenido, todavía, oportunidad de conocer y analizar detalladamente el contenido exacto de esa encuesta, hemos de decir que nos llama la atención que, en función de ese resultado, haya profesores que saben poner un autoinyector de adrenalina sin saber lo que es la anafilaxia. Aunque, lógicamente, la encuesta puede recoger, en algunos de sus ítems, la autopercepción de los encuestados respecto a sus propios conocimientos y habilidades, cabe suponer que en lo referente a la anafilaxia se les ha podido hacer una serie de preguntas sobre aspectos objetivos, y que las respuestas incorrectas a algunas de ellas han podido llevar a la inclusión del encuestado en el grupo de los que no saben («no saben bien», podríamos decir, entonces) lo que es la anafilaxia. En cualquier caso, aún cuando sólo se hubiera recogido la autopercepción de estos profesionales sobre sus conocimientos y habilidades, el resultado resulta preocupante.
Porque las reacciones anafilácticas en niños ocurren en su mayoría fuera de casa, en comidas, excursiones o en la escuela, causadas sobre todo por alimentos (entre el 30 y el 50% de los casos) o por veneno de himenópteros, y en un elevado porcentaje presenciadas por el personal docente (entre un 10 y un 18% de las reacciones alérgicas alimentarias suceden en el entorno escolar), cuya rápida actuación de forma indubitada puede resultar esencial para salvar vidas. Todo el personal escolar que tenga contacto con el niño debe tener, por tanto, la formación adecuada que les permita saber cómo actuar ante estas situaciones. Y es necesario poner a su alcance recursos didácticos que les permitan mejorar sus conocimientos y habilidades en relación con este tema, pues si ellos son conscientes de que su formación al respecto es mejorable, sin duda adoptarán una actitud activa en la búsqueda de soluciones.
Por ello, son importantes iniciativas como el programa Alerta Escolar, llevado a cabo en Galicia y Baleares, en el contexto del cual se han elaborado una serie de protocolos en anafilaxia dirigidos a profesores, así como material didáctico y vídeos que permiten explicar de forma sencilla lo que es la anafilaxia, cómo reconocerla y cómo administrar la adrenalina. Estos materiales permiten a los profesionales sanitarios impartir una formación de primeros auxilios (en caso de emergencia) referente, entre otras, a patologías de asma, alergias y anafilaxia. Los destinatarios son los profesionales de los centros educativos de infantil, primaria, secundaria obligatoria, secundaria postobligatoria y educación especial, tanto en centros públicos como privados o concertados. Otra de las vertientes de este programa Alerta Escolar es el registro del alumnado escolarizado en los centros educativos de estas comunidades que presenta patologías crónicas, como asma y alergias con riesgo de anafilaxia entre otras, el cual permite que tanto los profesores y demás personal escolar como los profesionales sanitarios de emergencias tengan la información necesaria sobre cada caso y puedan atenderles adecuadamente en caso de reacción.
Y por eso es también importante la organización de eventos para divulgar conocimientos sobre anafilaxia a la población interesada, como la llamada Escuela de Anafilaxia, que tendrá lugar el próximo 6 de junio (sábado) en la Plaza de la Universidad de Barcelona en horario de 10 a 20 horas, coincidiendo con el inicio del Congreso de la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI) que se celebrará en dicha ciudad entre el 6 y el 10 de junio, y dirigida a la población interesada (en la cual deberían estar incluidos, por supuesto, los enfermos y sus familiares, y también los profesionales docentes). La actividad está organizada por la EAACI y la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), con participación de la SEICAP y de asociaciones de pacientes. Se llevará a cabo en una carpa diseñada como si fuera el aula de un colegio. Habrá azafatas captando a los viandantes mediante mensajes clave, invitándolos a visitar la carpa. A las personas que la visiten se les dará información más detallada sobre anafilaxia con material impreso, vídeos que se proyectarán y la participación activa de diversos profesionales.