Una distinción rigurosa entre información y publicidad es deseable… especialmente en temas de salud.

«A fin de no inducir a error o confusión de los usuarios, el periodista está obligado a realizar una distinción formal y rigurosa entre la información y la publicidad.» Así reza, literalmente, uno de los principios recogidos en el Código Deontológico de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España. Parece, además, un principio de actuación absolutamente imprescindible para que un medio de comunicación pueda hacerse acreedor de la confianza de sus receptores.

Por ello, nos llamó la atención encontrar un comunicado en la página web de Europa Press titulado «Según un estudio el 41 % de los alérgicos afirman convivir con mascotas«, fechado el 15 de octubre de 2015, en el que la distinción entre información y publicidad no nos pareció tan rigurosa.

Europa Press es una agencia de noticias privada fundada en España en 1957. Tiene su sede central en Madrid, y cuenta con más de 500 profesionales (entre redactores, reporteros, cámaras, …) repartidos entre las delegaciones nacionales y las corresponsalías en diversos puntos del planeta. Europa Press siempre nos ha parecido una agencia de noticias solvente, y gracias a ella hemos accedido a información que gustosamente hemos compartido desde nuestra cuenta de Twitter, @Alergologos.

Pero este comunicado nos resultó desconcertante. El porcentaje mencionado en su titular estaba sacado del estudio Alergológica 2005, un estudio realizado hace una década en 4.500 pacientes que acudieron a consultas de alergología en diferentes ciudades españolas, de los cuales un 26% de los asmáticos convivía con perros, y un 15% con gatos (41 % si sumamos unos y otros); el 20% de ellos estaba sensibilizado a los animales, y esta sensibilización resultó ser la tercera causa de asma alérgica después de los pólenes y los ácaros. Si bien es cierto que, sin citar la fuente, el artículo presentaba estos datos sin sugerir su antigüedad, a continuación se mencionaba otra fuente más reciente (un artículo publicado en La Vanguardia unos meses antes, que ofrecía datos de Fediaf, la Federación Europea que agrupa a la industria de alimentos para mascotas) que proporcionaba porcentajes similares.

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Lo desconcertante era el tratamiento que se daba a cierta marca y modelo de aspiradores, afirmando de forma taxativa, ya desde el primer párrafo, que son la opción recomendada por los expertos (no concreta, claro está, de qué expertos se trata) para realizar la limpieza exhaustiva de la vivienda con el objetivo de (citamos de forma textual) «eliminar cualquier rastro de pelos y bacterias, evitando así el desarrollo de posibles alergias».

Un escrutinio detallado de la página web permite constatar que se trata de un comunicado de Europa Press Comunicación, la división del Grupo Europa Press especializada en «servicios y herramientas de comunicación para empresas». ¿Podemos interpretar, entonces, que se trata de publicidad? Con sede central en Madrid y delegaciones en Barcelona y Sevilla, Europa Press Comunicación refiere que «ofrece servicios de gabinete de prensa y consultoría de comunicación y destaca en el mercado de la comunicación en televisión y de la distribución de comunicados». Como su ventaja competitiva, Europa Press Comunicación destaca que «aporta una visión objetiva e independiente de la comunicación, favorecida por su implicación con la agencia de noticias, de la que aprovecha sus plataformas de distribución de noticias». Caramba. Esa afirmación podría inducir a la confusión de creer que se pueden aprovechar sus plataformas de distribución de noticias para incluir publicidad.

Y la lectura del comunicado al que nos estamos refiriendo no ayuda a corregir esa confusión.

Porque, aunque es aconsejable que en los domicilios de personas alérgicas a ácaros del polvo o a epitelios de animales se realice con frecuencia limpieza con aspiradoras, no hay constancia de que ningún modelo elimine «cualquier rastro de pelos y bacterias, evitando así el desarrollo de posibles alergias». Ni tampoco de que el modelo específicamente referido en el comunicado sea significativamente mejor que otros para este cometido.

Así que, puesto que al final del texto aparece una referencia con un número de teléfono, contactamos con ellos para solicitar la bibliografía de la que se habían extraído las afirmaciones que se hacen. Y se nos remitió a la empresa que vende los aspiradores en cuestión. De lo que deducimos que el comunicado procede, al menos en lo esencial, de la mencionada empresa.

 Y si, posteriormente, encontramos el mismo texto presentado como noticia en otros medios de comunicación (como en la sección de salud de El Digital de Asturias.com), nuestro desconcierto se torna decepción.

Profunda.