Pocas imágenes me evocan el otoño con tanta fuerza como el dibujo de la portada de Wind and Wuthering (Viento y Borrasca, 1976), el octavo disco de estudio del grupo británico Génesis, en el que aparece un árbol solitario aparentemente frondoso cuyas ramas se descubren desnudas en el reverso, cuando la bandada de pájaros posada sobre ellas emprende el vuelo.
Este año, el otoño se iniciará en la madrugada de mañana martes (concretamente, a las 04:29 horas, hora peninsular), y durará 89 días y 20 horas. La estación acabará el 21 de diciembre con la llegada del invierno. El otoño comenzará a la vez en todo el hemisferio norte, coincidiendo con el comienzo de la primavera en el hemisferio sur.
En España, y concretamente en Andalucía, ya estamos empezando a notar un cambio de clima. Hoy hemos visto llover en muchas ciudades. Y el aumento de la humedad en el ambiente, especialmente mientras no desciendan de un modo importante las temperaturas, favorecerá la proliferación de los ácaros del polvo doméstico: como sabemos, los ácaros del polvo se multiplican mejor cuando la humedad relativa del aire es de más o menos 75 – 80 % y con una temperatura de al menos 21 °C. Por el contrario, son escasos en lugares secos, pues mueren cuando la humedad del aire baja de 40 -50 %.
«Like the dust that settles all around me, I must find a new home» («Como el polvo que se deposita a mi alrededor, debo encontrar un nuevo hogar»), canta Phil Collins (a la sazón vocalista de Génesis, después de que Peter Gabriel abandonara la formación en 1975) en el último tema del disco Wind and Wuthering, que lleva por título Afterglow (una palabra inglesa de difícil traducción que se refiere a la luminiscencia residual que puede quedar después de un resplandor). Pero la realidad, no obstante, es que el polvo de nuestras casas no va a buscar un nuevo hogar, a no ser que le ayudemos a hacerlo, como bien saben las personas alérgicas a los ácaros.
Tras el fulgor del verano, toca ayudar al polvo doméstico (y, con él, a la mayor cantidad de ácaros posible) a buscar otro hogar. Para ello, en las casas donde vivan personas alérgicas siempre es mejor la aspiradora que la escoba para el suelo (y mejor aún si después se culmina el trabajo con la fregona), y mejor un paño húmedo que un plumero para los muebles. «Barrer sin fregar [y lo mismo puede decirse de sacudir el polvo] no es más que cambiar el polvo de sitio» es una frase hecha que (si bien tiene matices) debe asumirse cuando se hace limpieza en una casa en la que viven personas alérgicas a los ácaros: queremos sacar el polvo de casa, no simplemente cambiarlo de estantería.
Os dejo con Afterglow, del disco Wind and Wuthering (Genesis, 1976); pulsa sobre la imagen si quieres escuchar el tema: