La vuelta al colegio tras las vacaciones estivales supone una serie de preocupaciones para los padres, que pueden acrecentarse significativamente en caso de que el escolar en cuestión padezca alguna alergia o intolerancia alimentaria.
Llevarse objetos a la boca es una de las formas en que los niños pequeños exploran el mundo. Los bebés han aprendido a apreciar formas, texturas y sabores con los labios y la lengua, y tienden a seguir tanteando los objetos que les rodean mediante esos medios de conocimiento. A medida que van creciendo y aprenden a coordinar y controlar más eficazmente los movimientos de las manos, el sentido del tacto a través de éstas se convierte en una fuente de información más relevante. Los sentidos de la vista y del oído van madurando y ganando protagonismo en su vida relacional. Poco a poco aprenderán también a comunicarse con otras personas (muy especialmente cuando desarrollan la comunicación verbal, pero incluso desde antes), y conseguirán no sólo transmitir emociones o deseos propios, sino reconocer los de otros. A medida que esas formas de relación se perfeccionan, los medios más primitivos de explorar el mundo se van haciendo menos necesarios, y a veces, incluso (concretamente en el caso de llevarse cosas a la boca, por el riesgo para la salud que puede conllevar) se ven reprimidos por los adultos.
No es raro, sin embargo, que durante la edad escolar, voluntaria o distraidamente, el niño se lleve objetos a la boca, los chupe o incluso los muerda. Con mucha frecuencia, el material escolar conserva en su superficie muestras de esa costumbre. En el caso de los niños con alergias o intolerancias alimentarias, esa puede ser una vía imprevista de entrada en contacto con el alérgeno o la sustancia problema.
Por eso, son interesantes las iniciativas orientadas a proporcionar información para minimizar ese riesgo, como la elaboración, por parte de la Asociación de Alérgicos a Alimentos y al Látex de Cataluña (Inmunitas Vera), de un dossier que recopile el listado de sustancias incluidas en los productos utilizados como material escolar susceptibles de desencadenar reacciones alérgicas u otras reacciones adversas en caso de ser ingeridos. Dicho listado se ha elaborado a través de la información proporcionada por las propias empresas que elaboran los productos, si bien es de destacar que la versión actualmente disponible en la página web de la Asociación no se actualiza desde el curso 2011-2012, por lo que sólo puede dársele un valor orientativo:
Con el mismo fundamento y elaborada con base en la información proporcionada por los fabricantes a sus socios a nivel individual, la Asociación Española de Alérgicos a Alimentos y a Látex (AEPNAA) ofrece otro listado actualizado en fecha 2012. Como bien dicen ellos al final del documento, lo recomendable es utilizar dicha tabla de un modo meramente orientativo, y consultar siempre a los fabricantes si éstos no ofrecen información actualizada en los envoltorios de producto o en sus propias páginas web (algunos sí lo hacen, de un modo más o menos detallado, como Jovi o Alpino), para lo cual el propio documento proporciona, en cada caso, la dirección de la página web del fabricante y/o la dirección de contacto: