El pasado fin de semana cayeron las primeras nieves de la temporada en Sierra Nevada, donde no nevaba desde el mes de abril. La bajada de temperaturas provocó que las precipitaciones caídas lo hicieran en forma de nieve a partir de unos 2.500-2.600 metros de altitud, acumulándose un par de centímetros en algunas zonas. Entre tantas novedades relevantes referidas a la situación social y política de nuestro país, es posible que esta noticia haya pasado desapercibida o carente de interés para algunas personas.
No así para nosotros.
Gracias a la confianza de Clínica Campus, a partir de ahora podemos ofrecer nuestros servicios también en Granada. La clínica está ubicada en la calle Torre de la Comares nº 2, en El Zaidín, frente al Palacio de Deportes y muy cerca del Campus de la Salud. Puedes encontrar los datos de contacto en nuestra sección «Dónde estamos«.
Ubicada en el centro de la comarca Vega de Granada, la localización de la ciudad al pie de Sierra Nevada (el macizo más alto de la Península Ibérica) condiciona su peculiar climatología, y, por ende, su vegetación.
El clima de Granada es de tipo mediterráneo continentalizado, con inviernos largos y fríos, con abundantes heladas que pueden llegar a ser bastante tardías (existiendo, incluso en pleno mes de abril, riesgos de heladas en pleno periodo de floración de múltiples especies), y veranos calurosos pero igualmente largos.
En Granada, parques, paseos y jardines particulares (de entre los que destacan los espacios verdes de los típicos cármenes, con su carácter híbrido entre jardín y huerta) poseen una variadísima flora de especies ornamentales. Sólo los bosques cercanos a la Alhambra reúnen más de 300 especies diferentes, muchas de ellas representantes de los cultivos de las huertas cercanas.
La Vega de Granada tiene suelos aluviales de excelente fertilidad agrícola, con masas arbóreas de tipos diversos, en especial choperas y frutales, pero donde no faltan, por supuesto, los olivos.
La siguiente fotografía, tomada de Wikipedia, muestra una imagen de Sierra Nevada vista desde la Vega de Granada:
Sierra Nevada tiene también una flora extraordinariamente diversa, con un insólito número de especies endémicas: entre ellas, plantas herbáceas como la manzanilla real (Artemisa granatensis) o la estrella de las nieves (Plantago nivalis), siendo esta última uno de los grandes símbolos del macizo, equivalente en su carácter emblemático al edelweiss de los Alpes. Y su polen, con capacidad alergénica conocida, puede viajar a kilómetros de distancia.
La siguiente fotografía fue tomada por mí mismo en el Paseo de los Tristes, a los pies de la Alhambra, una mañana de finales del mes de enero (habitualmente el mes más frío del año en esta ciudad):
Aún si consiguiéramos desvincularla de la enorme carga emocional que nos evoca (¡como si eso fuera posible!), Granada seguiría siendo una ciudad inconmensurablemente hermosa: la ciudad soñada.
Os esperamos, entonces, en Granada.