Polinosis es un término que empleamos para referirnos a la alergia al polen: a cualquier polen.
El polen está constituido por las células masculinas del aparato reproductor de determinadas plantas. Son partículas microscópicas, muchas de ellas lo suficientemente pequeñas y livianas como para poder desplazarse por el aire. A través del aire, entran en contacto con el organismo de las personas alérgicas, y suelen producir síntomas predominantemente en aparato respiratorio, en forma de rinitis (con estornudos frecuentes, mucosidad acuosa, picor en la nariz) o asma bronquial (con tos o/y dificultad respiratoria, sensación de “pitidos” o silbidos en el pecho, …) y en los ojos (conjuntivitis alérgica, con picor en los ojos, enrojecimiento, lagrimeo, … ).