La multinacional danesa ALK Abelló apuesta por su filial española para centralizar en ella toda la producción y distribución mundial de su producto Jext, que es un dispositivo autoinyector de adrenalina indicado para el tratamiento de rescate frente a la anafilaxia.
El proyecto ha supuesto ya una inversión de 6 millones de euros, y si los planes de la compañía se cumplen implicará la creación de 70 puestos de trabajo.
Jext es un autoinyector de adrenalina con una sofisticada tecnología de administración de desarrollo propio, que se comercializa desde 2011 y que hasta la actualidad se producía en Dinamarca. De momento, ya se envía desde España a los países de la Unión Europea y a algunos de Asia, y está previsto empezar a exportarlo a América, Turquía, Rusia y Australia. En lo que queda de 2015, ALK Abelló calcula que fabricará en España (concretamente, en su fábrica de Madrid) unas 400.000 unidades del producto, y espera que esa producción alcance el millón y medio de unidades anuales a medida que se vayan concretando esas previsiones de exportación.
ALK Abelló es una multinacional danesa que cuenta con 22 filiales en el mundo y cuatro sedes de producción en Europa. La empresa está especializada en enfermedades alérgicas, elaborando y comercializando diversos productos para diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades. Su presencia en España se remonta a 1992, cuando adquirió la empresa española Laboratorios Abelló, creada en 1941.
Graham Skarnvad, director general de la filial española de ALK Abelló, cita entre los motivos que han justificado la elección de España para traer toda la producción de Jext (cerrando la producción que hasta ahora se hacía desde Dinamarca), el elevado nivel técnico de los trabajadores de la compañía en España. La filial española, de hecho, se ha convertido en la cuarta del grupo.
No se trata sólo de comercializar un medicamento, sino que el dispositivo autoinyector tiene unas características especiales que le confieren un valor añadido: consta de 19 componentes, permite la administración intramuscular incluso sin necesidad de quitarse la ropa, tiene un sistema de protección exclusivo que cubre la aguja y se bloquea tras la inyección, y presenta extremos diferenciados entre sí para prevenir inyecciones accidentales. Por todo ello, la producción requerirá profesionales técnicos y operarios con una preparación especial.