Informe 2015 de la Organización Mundial de la Salud sobre la Epidemia Global del Tabaquismo

Durante este mes de julio que hoy termina se ha hecho público el informe correspondiente a 2015 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la Epidemia Global del Tabaquismo (concretamente, se presentó en Manila, Filipinas, el día 7). Es el quinto informe sobre la materia emitido por esta organización (el primero data de 2008, y después de ese ha habido uno por cada año impar), e incluye datos epidemiológicos específicos por países, en esta ocasión actualizados en 2014.

Además, este informe hace especial énfasis en los impuestos que gravan el tabaco, y hace un detallado análisis de los impuestos sobre el tabaco de los distintos estados miembros de la OMS. Con base en evidencia obtenida en países como Francia o China, se destaca que un más elevado precio final a pagar por el consumidor para obtener el tabaco se relaciona con una disminución de la prevalencia del hábito tabáquico (es decir, cuanto más caro, más personas terminan dejándolo y/o menos personas se inician en su consumo) y con una disminución de los daños que para la salud supone su consumo (tales como muertes por cáncer de pulmón y otras enfermedades respiratorias y cardiovasculares). Las enfermedades relacionadas con el tabaco representan una de las principales amenazas para la salud pública a las que el mundo se ha enfrentado jamás. Aproximadamente 1 persona muere a causa de una enfermedad relacionada con el tabaco cada 6 segundos, lo que equivale a alrededor de 6 millones de personas al año; cifra que se prevé que aumente a más de 8 millones de personas al año en 2030, a menos que se tomen medidas enérgicas para controlar la epidemia. Por ello, el control de la epidemia es un asunto urgente y de extrema importancia, y el informe de la OMS propone a los poderes públicos de los distintos países miembros centrar la atención en una serie de medidas:

– Medir de forma precisa y constante el consumo de tabaco y los efectos de las políticas de prevención.
– Proteger a las personas del humo del tabaco que emiten los fumadores.
– Ofrecer ayuda, desde cuantas más instituciones mejor, incluyendo, obviamente, los servicios sanitarios, para abandonar el consumo de tabaco.
– Advertir a la población sobre los peligros del tabaco: cualquier esfuerzo o gasto dirigido a aumentar el conocimiento del problema y a modificar actitudes revierte positivamente en forma de mejora de la salud de la población.
– Hacer cumplir las prohibiciones sobre el tabaco (referidas a distribución, venta, publicidad y restricciones de consumo).
– Y, como apuntábamos arriba, aumentar los impuestos sobre el tabaco («Aumentando los impuestos sobre el tabaco» es, precisamente, el subtítulo del informe de este año, y podríamos considerarlo, igualmente, el lema del mismo).

Puedes acceder al informe completo (en inglés) pulsando sobre su portada:

who informe tabaco

Aparte de las medidas reseñadas arriba, en varios países se está explorando la idea de homogeneizar las cajetillas de tabaco, prohibiendo en ellas cualquier distintivo que pueda hacer referencia, y, por tanto, recordar, a las marcas concretas, evitando logotipos, mensajes o ilustraciones singulares, para que tal información no pueda funcionar como reclamo.

Con base en esta idea, está circulando por Twitter una imagen (bajo el título «Diseño de paquetes bien hecho«) que, a pesar de que puede resultar macabra (o quizás precisamente por ello), nos parece acertada. Lamentamos no poder ofrecer la referencia de su autor, pues no la hemos encontrado, pero estaremos encantados de incorporarla si alguien puede proporcionárnosla:

ataudes tabaco