El Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Málaga, junto con la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), han programado para el próximo curso 2015-2016, dentro de la oferta de titulaciones de posgrado de esta última, un Curso de Experto Universitario en el Abordaje de las Enfermedades Alérgicas en Atención Primaria, en el que los alergólogos de Alergia y Asma Andalucía participamos como profesores.
Diseñado para su impartición por la modalidad de docencia a distancia (online), tiene una carga lectiva total de 25 créditos ECTS. Antes de seguir, entonces, nos gustaría detenernos brevemente a analizar en qué consisten los llamados créditos ECTS, utilizando para ello la explicación que ofrece el Área de Formación y Docencia del Colegio Oficial de Médicos de Málaga en su blog «Cuaderno de Galenos»:
Con la implantación del llamado “Plan Bolonia” en las universidades españolas, ha cambiado radicalmente la forma de medir los estudios superiores.
Con este contenido, se pretende proporcionar a los alumnos del curso un conocimiento suficiente sobre las enfermedades alérgicas para su adecuado manejo, en un contexto en que todavía hoy la formación de pregrado en estas patologías no siempre es tan completa como sería deseable, y en que la formación en estas enfermedades de los especialistas diferentes de los alergólogos durante el periodo de residencia suele enfocarse, en el mejor de los casos, de un modo parcial, atendiendo de forma prioritaria a los órganos o aparatos en los que se manifiestan los síntomas, con frecuencia sin el deseable enfoque integral que da respuesta a la realidad del enfermo.
Como objetivos específicos, se persigue orientar a los alumnos en el desarrollo de la capacidad para identificar las enfermedades alérgicas, poner en marcha el proceso para llegar a su adecuado diagnóstico con un correcto y eficiente uso de los métodos disponibles, y proporcionar conocimientos para su manejo desde un punto de vista integral, facilitando la evitación de los alérgenos, una vez identificados éstos, con la menor merma posible de la calidad de vida de los enfermos, y conociendo los tratamientos indicados en cada uno de los cuadros, para poder proporcionárselos a su paciente o, en su caso, solicitar cuando proceda la intervención del especialista en alergología mediante una adecuada coordinación interniveles que implique no perder la continuidad de la asistencia.
¿Tiene, realmente, sentido formar a médicos de atención primaria como expertos en el manejo de las enfermedades alérgicas en este nivel asistencial?: Nuestra opinión ha quedado plasmada en entradas previas de este blog, como la llamada «Todos los días deberían ser el Día del Médico de Familia«, o la de ayer mismo, titulada «La importancia de la percepción de la inmunoterapia específica por el médico de atención primaria«. Como decíamos en esas entradas, el médico de atención primaria suele ser quien inicialmente tiene conocimiento de los síntomas que afectan al enfermo y quien decide si su paciente alérgico puede beneficiarse de un estudio o tratamiento a cargo del especialista. Además, gracias a su capacidad para resolver la gran mayoría de problemas de salud que se le consultan, suele gozar de la confianza de sus pacientes, por lo que su criterio, en éste como en otros tantos temas, suele constituirse en una poderosa influencia para la aceptación de tratamientos y la adherencia a los mismos. La enorme dotación y capacitación técnica del especialista hospitalario no puede sustituir (ni prescindir de) la figura del médico de familia que conoce la trayectoria vital del enfermo y es capaz de interpretar los síntomas en el contexto de la misma; el médico de familia que recaba la información generada por los demás especialistas, que pone en relación las conclusiones de unos y otros, sintetiza y destaca lo importante descartando lo superfluo o irrelevante; el médico de familia que se mantiene al tanto de la realidad familiar, laboral y social de su paciente, y que puede detectar de qué manera influyen en sus padecimientos o se resienten por éstos; el médico que se ha ganado la confianza de su paciente y puede evitarle peregrinajes innecesarios por consultas diversas, o ahorrarle el sometimiento a pruebas injustificadas que pueden resultar incómodas, o cruentas, o incluso nocivas; el médico que resuelve un gran número de problemas y aconseja, con buen criterio, a quién consultar para resolver el resto; el médico que conserva los datos relevantes de cada actuación sanitaria a que su paciente se ha visto expuesto en el pasado, y que es capaz de condensarlos en un informe que el enfermo pueda esgrimir ante terceros cuando sea necesario, para que en todos los casos los objetivos estén claros y los antecedentes importantes siempre salgan a colación.
Nuestro objetivo es ayudar a este médico de familia a conseguir la excelencia en el cumplimiento de su función cuando el problema de salud que afecta a su paciente está relacionado con la patología alérgica.
Si quieres conocer los detalles del curso, pulsa sobre la imagen: