¿Dónde está el alergólogo? (¿y qué aporta?)

En España, la sanidad pública está gestionada desde las Comunidades Autónomas (CC.AA.): los servicios públicos de salud dependen de las CC.AA. Aunque existen unos criterios generales, que buscan garantizar que los derechos de los ciudadanos (en lo referente a una serie de prestaciones sanitarias que se consideran básicas) no sean sustancialmente diferentes en función de su lugar de residencia, la realidad es que sí existen algunas diferencias entre unas comunidades y otras. Una de esas diferencias se refiere, precisamente, a cómo se abordan las enfermedades alérgicas.

En este país, el médico que se ha especializado en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades alérgicas recibe el nombre de Alergólogo o Especialista en Alergología. A esta especialidad se accede tras aprobar el examen MIR y después de completar un sistema de formación reglada, por el sistema de residencia, con una duración de 4 años.

Como en el resto del mundo, en España las especialidades médicas se configuran para cubrir áreas de conocimiento y de ejercicio que tienen sentido en sí mismas para dar respuesta a los problemas que plantea la realidad de la salud del ser humano. Algunas especialidades se orientan a la patología de determinados órganos o aparatos: es el caso del cardiólogo (corazón), neumólogo (aparato respiratorio), neurólogo (sistema nervioso), oftalmólogo (ojos), etc.; otras se concentran en determinadas franjas de edad, en las cuales existen peculiaridades que requieren atención expresa: es el caso del pediatra (niños) y el geriatra (ancianos); hay especialidades que  se centran en determinadas tecnologías diagnósticas, como es el caso del analista clínico o del radiólogo; otras se basan en las peculiaridades de determinados contextos sociales, como ocurre con el especialista en medicina legal y forense o el especialista en medicina del trabajo; y hay especialidades que se dedican al abordaje integral (prevención, diagnóstico y tratamiento) de determinado tipo de enfermedades concretas, las cuales tienen en común sus causas y/o mecanismos de producción, independientemente del órgano o aparato al que afecten: es el caso del alergólogo (enfermedades alérgicas), el oncólogo (cáncer) o el reumatólogo (enfermedades reumáticas).

Todas esas especialidades tienen sentido, y cada una de ellas tiene un campo propio de actuación en el cual, por definición, ningún otro médico puede ofrecer mejores servicios que el especialista en cuestión. De lo contrario, el sistema público no permitiría que se siguieran formando especialistas de esa especialidad.

Sin embargo, no existe obligación por parte de los servicios públicos de salud de contar con todos los especialistas existentes: deben dar respuesta a los problemas de salud de su población, pero tienen autonomía para decidir qué especialidades incluyen en su llamada «cartera de servicios». Profundizaremos en este aspecto en futuras entradas; de momento, podemos decir que, en el caso concreto de las enfermedades alérgicas, puesto que muchas de ellas se manifiestan en un órgano o aparato de forma exclusiva o predominante (la rinitis en la nariz, el asma en los bronquios, las dermatitis en la piel, …), a veces son tratadas por los especialistas que se ocupan de esos órganos o aparatos (el otorrinolaringólogo, el neumólogo, el dermatólogo, …). Y eso hace que no siempre haya un alergólogo atendiendo al paciente alérgico. Aunque a nadie se escapa que una visión parcial de la enfermedad, sin atender al paciente de modo integral, no siempre da respuesta adecuada al problema de salud de la persona.

 Con fundamento en esa reflexión, como respuesta a la creación de un Comité de Alergias (para atender enfermedades alérgicas) en el Área de Salud de Ibiza y Formentera que, paradójicamente, no cuenta con un alergólogo entre sus miembros, la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (cuyo logotipo acompaña a estas líneas) ha emitido esta misma mañana un comunicado oficial en el que señala que la atención de las enfermedades alérgicas por parte de especialistas diferentes del alergólogo merma la calidad y la seguridad del paciente, e incrementa los costes de la consulta sanitaria.

En dicho documento también se denuncia la desigualdad que supone que Baleares sea la única comunidad autónoma que no cuenta con especialistas en alergología en la Sanidad Pública.

Si quieres leer el comunicado íntegro, puedes acceder a él pulsando sobre la imagen:

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