Días de fiesta: Cuidado con las reacciones adversas al maquillaje.

Durante las fiestas navideñas son especialmente frecuentes las salidas para compartir tiempo con amigos y familiares: la cena de Nochebuena, la comida del día de Navidad, la cena de Nochevieja y la fiesta posterior, la Cabalgata de los Reyes Magos si hay niños, … Es habitual, además, quedar para almorzar o cenar con compañeros de trabajo, y retmar contacto con personas a quienes difícil o escasamente vemos durante el resto del año. Por todo lo anterior, las fiestas navideñas constituyen una de las épocas en que más cosméticos y maquillaje se utilizan. En general, se trata de productos seguros, sometidos a exhaustivos controles de calidad pero que, a pesar de ello, en algunos casos pueden producir alergia u otras reacciones adversas.

Los dermatólogos advierten, por ejemplo, de que el abuso de maquillaje en estas fechas puede aumentar las reacciones irritativas y los casos de dermatitis. Concretamente, la semana pasada, varios medios de comunicación recogieron declaraciones de los dermatólogos del Hospital de Manises (Valencia) avisando sobre esta posibilidad. Las reacciones adversas de tipo irritativo (o incluso infecciosas) pueden producirse por el mal uso del producto: por ejemplo, si éste se encuentra caducado, se ha producido alguna contaminación al estar abierto o mal almacenado o bien se aplica en zonas diferentes a las indicadas, especialmente en mucosas (como la labial o la conjuntival) o zonas de piel muy finas (como los párpados) o en la que existen heridas o grietas. También pueden aparecer verdaderas reacciones alérgicas, que suelen manifestarse como una dermatitis, con signos de eritema (enrojecimiento de la piel), sequedad, descamación o incluso vesículas que pueden llegar a romperse; todo ello acompañado de síntomas subjetivos como picor, escozor o sensación de quemazón. Prácticamente cualquier producto puede producir reacciones alérgicas, y cualquier persona puede ser candidata a sufrirla (aún cuando previamente tolerase bien ese mismo producto: ya sabemos que «el alérgico no nace, sino que se hace«), si bien se ha comprobado que suelen estar más predispuestos los pacientes que tienen piel atópica o los pacientes con antecedentes de otras enfermedades alérgicas.

Los conservantes y las fragancias incluidos en algunos cosméticos son ingredientes que con frecuencia causan reacción, por lo que, si se tiene una piel atópica es mejor utilizar productos adaptados donde se reduzca al mínimo el uso de tales componentes.

Es importante tener presente esta posibilidad, sobre todo para pensar en ella en caso de aparición de dermatitis en zonas que hayan podido estar en contacto con tales sustancias. El primer paso para el tratamiento de estas eventualidades es, lógicamente, suspender la aplicación del maquillaje sospechoso de producirla. En un buen número de casos, esta medida puede solucionar el problema, pero si la reacción ha sido importante, o repite a pesar de lo anterior, es conveniente consultar para concretar el diagnóstico y/o proporcionar un tratamiento farmacológico adecuado para aliviar los síntomas.

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