«¿Tengo que llevarme el aparato allá donde vaya?»: para enfatizar la única respuesta posible a esta pregunta («Por supuesto, tienes que llevarlo») referida a su autoinyector de adrenalina que pueden hacerse las personas en riesgo de anafilaxia por padecer alergias graves, la organización Anaphylaxis Campaign, junto con la productora Bare Films, han realizado el cortometraje titulado #TAKETHEKIT, en el contexto de una campaña con el mismo nombre.
Anaphylaxis Campaign es una organización sin ánimo de lucro del Reino Unido que se dedica a apoyar a las personas que padecen alergias graves. Bare Films, por su parte, es una productora que tiene varios premios en su haber.
«Conocer el hecho trágico de que los adolescentes tienen riesgo de anafilaxia, no sólo porque no tienen la habilidad de prevenirla, sino simplemente porque no quieren que se les vea llevando consigo su dispositivo de adrenalina… realmente me impresionó, porque la posibilidad de que piensen que puede acarrearles un estigma social me pareció aterradora», cuenta James Lawes, director del cortometraje.
La película, en sí misma, es aterradora. La narración mediante un plano cenital (desde arriba) permite que el espectador pueda situarse a distancia de la escena y verla de forma impersonal… hasta que efectivamente se concreta el riesgo, y se produce la anafilaxia, momento en que el espectador no tendrá más remedio que compartir la angustia del grupo.
Ciertamente, saber que una situación tan dramática podría haberse evitado de un modo tan simple (llevando consigo el dispositivo), justifica la realización de la película… Y cualquier esfuerzo dirigido a concienciar no sólo a la persona en riesgo, sino a todo su entorno.
La película dura dos minutos, y está en inglés, pero los escasos diálogos pueden prácticamente entenderse incluso sin dominar ese idioma: