El Día Mundial del Medio Ambiente (World Environment Day) es un evento anual auspiciado por la Asamblea General de Naciones Unidas que se lleva a cabo en este lunes 5 de junio de 2017. El lema de este año es «Conectando la gente con la naturaleza -en la ciudad y en el campo, desde los polos hasta el ecuador» (Connecting People to Nature – in the city and on the land, from the poles to the equator).
En este Día Mundial del Medio Ambiente traemos a colación un estudio de la Carga Global de Enfermedad (GBD), divulgado el pasado jueves día 1, en el que ha colaborado el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), que destaca que la exposición a contaminantes ambientales provoca un mínimo de 21.000 muertes al año en España, de las cuales al menos 15.000 son atribuibles a la contaminación atmosférica (las 6.000 restantes encuentran su causa en la contaminación del agua, de los alimentos, …).
Los contaminantes incluidos en este estudio son las partículas en suspensión como el ozono, el plomo y el radón, mientras que entre los que han quedado sin contabilizar destacan el ruido, los rayos UVA o los pesticidas.
En el mencionado estudio tan solo se han tenido en cuenta aquellos factores de riesgo a los que se puede atribuir una causalidad plenamente contrastada y para los cuales existen datos para los 195 países analizados, por lo que probablemente los resultados del trabajo llevan a estimaciones conservadoras.
En base a estos datos se calcula que los factores ambientales son responsables de un 5 % de la carga de enfermedad de la población de España, mientras que en el caso de la Unión Europea la carga de enfermedad atribuible a los contaminantes ambientales es del 6 % y la media mundial es del 13 %.
Obviamente, resulta angustioso darse cuenta de que se trata de muertes evitables, ya que conocemos las causas y podríamos evitarlas tomando las medidas adecuadas para reducir la contaminación.
La exposición ambiental que representa mayor riesgo para la salud a nivel global es la contaminación del aire por partículas en suspensión. En España, la principal fuente de esta contaminación son los vehículos motorizados.
Es necesaria, por tanto, una mayor implicación de la sociedad, tanto por parte de las administraciones públicas como de las empresas privadas y de la propia ciudadanía para reducir nuestras emisiones de contaminantes y, de un modo más específico, de las partículas en suspensión.