Internet es una fuente inconmensurable de información, que abre posibilidades de adquisición de conocimientos que no podíamos ni sospechar hace unas décadas. No obstante, la posibilidad de acceder a tanta información, procedente de fuentes muy diversas y no siempre contrastadas, muchas veces sin disponer de criterio o herramientas que nos permitan discriminar la información relevante de la accesoria, innecesaria o incluso inexacta, puede llevar a confusión.
Algún día analizaremos esta cuestión en lo que se refiere a la información médica con carácter general, pero hoy queremos traer a colación una idea relacionada con el tema que abordábamos ayer mismo en este blog.
En algunos textos publicados en internet (en los medios impresos es menos frecuente, pues suelen pasar más filtros antes de ser publicados) hemos encontrado la utilización indistinta de los términos fotosensibilizante y fotosensible referidos a los medicamentos, como si fueran sinónimos; lo cual, obviamente, no son.
Ayer definíamos los medicamentos fotosensibilizantes como fármacos que, presentes en la superficie de la piel, provocan una reacción de la misma por interacción con la radiación ultravioleta, ya fuera por mecanismo fototóxico o fotoalérgico. Son, por tanto, dicho de forma simple, fármacos que sensibilizan frente a la luz solar.
Los medicamentos fotosensibles, por su parte, son (como puede deducirse del propio término), fármacos cuya composición se ve alterada por la exposición a la luz solar. Generalmente, esa alteración tiene como consecuencia la pérdida de eficacia, es decir, la disminución o anulación del efecto que se busca conseguir con su empleo.
Por ello, tanto en un caso como en el otro es importante evitar la exposición a los rayos de sol, pero por causas diferentes. En el caso de los medicamentos fotosensibilizantes, la persona que los utiliza debe protegerse de la exposición al sol para evitar una reacción cutánea. En el caso del medicamento fotosensible, debe evitarse la exposición del propio medicamento al sol, pues por efecto de la misma su composición se vería alterada y (generalmente) perdería (de forma completa o parcial) su eficacia.